You simply have to put one foot in front of the other and keep going. Put blinders on and plow right ahead.” ~ George Lucas

Si me preguntan qué es lo que separa a los artistas exitosos de los frustrados una de las primeras cosas que diría es que padecen de enfermedades diferentes. ¿Qué quiero decir? Te prometo que cuando termines de leer esto vas a entender. 

Enfermedad #1

La incapacidad de alegrarse por el éxito de otros es una enfermedad que tiene consecuencias negativas para el que la padece y para el progreso de una sociedad. ¿Cómo se echa a una sociedad pa’lante cuando cada vez que uno de sus miembros tiene un logro importante los primeros que le critican son los suyos? Llamaré a esta enfermedad envidiomanía. ¿Y cómo identificamos a los envidiomaniacos?

Los síntomas principales son: 1. Achacan el éxito de otro a la suerte, conexiones, dinero, apariencia física, género, edad, el mal gusto del público, etc. en vez de darle mérito a su talento, capacidad, inteligencia, astucia, disciplina, compromiso o esfuerzo. 2. Achacan su propia falta de éxito a la mala suerte, falta de conexiones, falta de dinero, el mal gusto del público, etc. 

Con sus comentarios los envidiomaniacos buscan explicar su frustración. Quieren justificar su decisión de seguir siendo como son (no cambiar) y haciendo lo que hacen ya que de todos modos “no vale la pena”. Entienden que si tan solo tuvieran más dinero, conexiones, tiempo o suerte, o si hubiera alguna forma de educar al público para alterar sus gustos, entonces por fin todo sería diferente. 

Enfermedad #2

La incapacidad de exponerse a la obra de otra persona sin criticarla es otra enfermedad que tiene efectos dañinos en el que la padece. Llamaré a esta enfermedad criticomanía. ¿Y cómo identificamos a los criticomaniacos?

Los síntomas principales son: 1. Tras escuchar una canción, ir a un concierto o ver una película no pierden tiempo en ofrecer públicamente su opinión la cual consiste mayormente de críticas negativas. 2. Están convencidos de que ellos podrían hacerlo mejor. 

There are two ways to live: you can live as if nothing is a miracle; you can live as if everything is a miracle. The most beautiful thing we can experience is the mysterious. It is the source of all true art and all science. He to whom this emotion is a stranger, who can no longer pause to wonder and stand rapt is awe, is as good as dead: his eyes are closed.” ~ Albert Einstein

Con cada review no solicitado los criticomaniacos buscan proteger su ego. Estar ocupados criticando (haciendo nada) les da la excusa perfecta para no terminar lo que empiezan y así evitar que los critiquen a ellos. Opinar los convierte automáticamente en miembros de la mayoría (los que hacen son la minoría). Ser parte de la mayoría los hace sentir bien.  Además, cada vez que emiten una opinión se sienten importantes y poderosos aunque sea por un ratito. 

Los criticomaniacos se visualizan haciendo películas o canciones perfectas. Claro, en la imaginación se puede ser perfecto porque no hay que bregar con problemas, complicaciones, equipos que se dañan, presupuestos, el mal tiempo, chismes, egos, conflictos de intereses, peleas, sensibilidades… 

Enfermedad #3

La adicción a consumir escapes es otra enfermedad tóxica que padecen los artistas. Llamaré a esta enfermedad escapemanía. ¿Y cómo identificamos a los escapemaniacos?

Los síntomas principales son: 1. Ver las noticias mañana, tarde y noche. 2. Escuchar programas de “análisis” en la radio. 3. Ver programas de chismes. 4. Leer lo que la gente escribe sobre uno. 5. Revisar las redes sociales constantemente. 6. Conocer y propagar el meme, chiste o chisme del momento. 7. Pasar 4 o 5 días viendo maratones en Netflix. 8. Ser un miembro participante de un chat en el que la gente se dedica a hablar mal de otros. 

Popular culture is a place where pity is called compassion, flattery is called love, propaganda is called knowledge, tension is called peace, gossip is called news, and auto-tune is called singing.” ~ Criss Jami

Los programas de noticias, por ejemplo, son una de las trampas para atrapar escapemaniacos mejor concebidas. Su misión es básicamente mantener un alto rating para vender anuncios, generar mucho dinero y promover las ideas de quienes ocupan el poder. La trampa consiste en bombardearnos con los peores actos que cometemos los humanos añadiendo siempre una buena dosis de dramatismo sensacionalista. 

“The news isn’t there to tell you what happened. It’s there to tell you what it wants you to hear or what it thinks you want to hear.” ~ Joss Whedon

No es que los artistas exitosos vivan enajenados, pero les basta con leer una publicación seria de vez en cuando para mantenerse al tanto. 

Son tantos los que padecen de estas tres enfermedades que resultan ser la mayoría. Es triste que no se den cuenta del alto precio que pagan por su enfermedad: tiempo, energía, paz mental y emocional, potencial de éxito… El tiempo que invierten en criticar y consumir escapes es tiempo que jamás van a recuperar. 

Para colmo se pierden la oportunidad de experimentar una sensación que es indispensable para los artistas: el asombro (wonder). El artista exitoso sabe que necesita mantener vivo a su niño interior, ese ser que se maravilla ante las cosas sin analizarlas o criticarlas. Por eso el artista exitoso no pierde su capacidad de conectar con la gente y por eso la gente conecta con su arte. 

I would rather have a mind opened by wonder than one closed by belief.” ~ Gerry Spence

Ver a alguien criticando es ver a alguien que no está haciendo lo que tiene que hacer para alcanzar el éxito: mirar hacia adentro, aprender, crecer, evolucionar, mejorar, descubrir, explorar, experimentar, imaginar, crear y producir su arte con pasión, compromiso, entrega, honestidad, humildad, amor y respeto sin esperar nada a cambio excepto el gozo que brinda el acto creativo.

Recuerdo cuando un colega criticó las colaboraciones que he estado haciendo con mis “amigos pop“. Obviamente lo de las colaboraciones no me lo inventé yo. Supongo que ese colega habrá criticado también los juntes de Brandford Marsalis y Sting, Sonny Rollins y los Rolling Stones, Paco de Lucía y Brian Adams, Ravi Shankar y los Beatles, Phil Woods y Billy Joel, Chet Baker y Elvis Costello, etc. Hmm…

Obviamente nunca he perdido una noche de sueño ni he dejado de hacer lo que quiero hacer por lo que diga otra persona. Lo que me parece interesante es que yo no invité a algún músico famoso a grabar en mi primer disco para “coger pon“. Ni siquiera lo hice en el segundo, el tercero, el cuarto o el quinto. Lo hice en el sexto. Y no es que yo piense que haya algo malo en “coger pon“. En esas cosas no me meto. Cada cual que haga lo que quiera. Pero me cuesta entender cómo se me puede acusar de “coger pon” cuando ya voy por el sexto. Anyway…

If you can’t tolerate critics, don’t do anything new or interesting.” ~ Jeff Bezos

Dato interesante: Me encontré al colega hace poco haciendo lo mismo que me criticó a mí: tocando con uno de mis “amigos pop“. Cosas que pasan… No obstante, ya lo dije antes y así lo pienso: cada cual tiene derecho a hacer la música que quiera con quien quiera. 

Cuando alguien tiene éxito no me verás juzgándole, me guste o no me guste su música. No importa cómo lo haya logrado. No importa si se lo merece o no. Yo sé lo mucho que hay que sacrificar y lo duro que hay que trabajar. Sé lo horrible que es el negocio. Sé que la fama genera mucha presión. Sé que el mundo está lleno de haters. Sé que el mundo está lleno de interesados. Sé que nada dura para siempre. Sé que a esos niveles hay decisiones que el artista no puede tomar como, por ejemplo, escoger las canciones que van en el álbum o la ropa que se va a poner. Yo no sé lo que hay detrás del éxito de una persona ¿Cómo voy a juzgar si no tengo todos los datos? 

Piénsalo por un momento. Si tu queja es que no tienes tiempo ¿no sería mejor que invirtieras el tuyo en crear en vez de criticar? ¿No sería mejor que estuvieras produciendo en vez de consumiendo? Si tu queja es que no tienes dinero ¿no sería mejor que invirtieras tu energía en dar a conocer tu arte? ¿No sería mejor que invirtieras tu tiempo en aprender sobre ventas, mercadeo y publicidad? Si tu queja es que no tienes suerte ¿de verdad crees que actuando como un envidiomaniaco vas a atraerla? Si tu queja es que no tienes conexiones ¿crees que cogiendo fama de criticomaniaco vas a llamar la atención de las personas que te podrían ayudar? 

Enfermedad #4

Si no te va bien dónde único tienes que mirar es en el espejo, porque por más “injusto” que sea el mundo, si de verdad quieres que las cosas sean diferentes algo va a tener que cambiar y lo único que puedes cambiar es a ti mismo. Si quieres ser un artista exitoso o deseas sentirte satisfecho y realizado en mi opinión la mejor “enfermedad” con la que te puedes contagiar es la gringolamanía. ¿Y cómo identificamos a los gringolamaniacos?

Los síntomas principales son: 1. Se alegran genuinamente por el éxito de otros. Aplauden. Felicitan. Envían buenos deseos. 2. Están muy ocupados creando todo el tiempo. En otras palabras, en vez de consumir, producen. 3. Cuando hablan sobre otros lo hacen para decir cosas positivas. En otras palabras, si piensan algo negativo mejor se quedan callados. 4. No les afectan las opiniones que otros tengan sobre ellos. 5. Se gozan la obra de otros artistas. En otras palabras, disfrutan en vez de criticar y sienten en vez de analizar. 6. Terminan lo que empiezan y una vez terminan ya están comenzando el próximo proyecto. 7. Se sienten satisfechos. 8. Tienen paz. 9. Duermen muy bien. 

¿Entendiste ahora? ¿Cuándo fue la última vez que te hiciste un chequeo? 

The successful people seem to have blinders on. Everything is straight ahead. They go forward and know exactly what they’re going to do once they’ve made up their mind to do it, and by God they don’t look sideways.” ~ Jack Nicklaus

6 Replies to “4 Enfermedades que padecemos los artistas”

  1. Muy bien expresado Brenda. Una de las cosas que más me gustan en la música y particularmente el jazz, es la diversidad. Es por esto que me parecen particularmente estériles los debates acerca de cual es el mejor guitarrista, pianista , saxofonista, etc., así como cual de los músicos “ganó” en el duo, o cual de las bandas del festival fue la mejor. Cuando me preguntan prefiero hablar de lo mis preferencias y no necesariamente de lo que es “lo mejor”. Diferentes talentos aportan de diferentes maneras y de acuerdo a su capacidad para ejecutar lo que quieren expresar y me parece un empobrecimiento cuando descartamos otras voces.
    A pesar de mi preferencia por el jazz no favorezco el tratar a otros “géneros” como inferiores a este. Muchos de los grandes músicos han mostrado ser algunos de los más humildes. George Benson ha dicho que nunca escuchó al gran Wes Montgomery hablar mal de ningún guitarrista. El muy respetado pianista clásico André Previn llego también a tocar jazz y decía que ninguno de los dos era inferior ni superior al otro, sino simplemente diferetes modos de expresión musical. Desafortunadamente este síndrome negativo se expresa también en muchos otros quehaceres de la experincia humana. Pero como expresa el dicho Sufi: Los perros ladran a la caravana, pero esta simplemnete continúa su camino…

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