Brenda Hopkins Miranda

“Blessed are the curious for they shall have adventures.” ~ Anonymous

Siempre he sido: obsesivamente curiosa, irremediablemente rebelde e insaciablemente adicta a los retos. Si no hay MISTERIO, AVENTURA, RIESGO, PELIGRO, DESCUBRIMIENTO… para mí no vale la pena. Por eso me fascina meterme en laberintos sonoros desconocidos para intentar llegar a su esencia. ¿Y cómo se llega a la esencia? Admito que es difícil explicarlo. Puede que hasta sea imposible. No sé. Quizás pueda explicar al menos cómo NO se llega. Ya veremos…

Flamenco, Bluegrass, Reggae, Bomba, R&B, Soul, Funk, Blues, Mecano, Janis Joplin, Nina Simone, Amy Winehouse, Aretha Franklin… Estos son algunos de mis laberintos más recientes. No les llamo tributos porque mi misión no es sonar “igual a”. Si la misión fuera esa la ruta sería clara: buscar información y aprendérmela.

Pero intentar llegar a la esencia por esa ruta sería algo así como tratar de conocer a una persona por medio de sus rasgos: edad, altura, peso, color de ojos, cabello, raza, lugar de nacimiento, profesión, etc. La información es útil para algunas cosas, pero no necesariamente para llegar a la esencia.

¿Y qué es la esencia? La información NO es la esencia.

La utilidad de las cosas depende de la misión. Por ejemplo, son muchos los que viajan a España a estudiar flamenco. Son muchos los que aprenden sus reglas. Son muchos los que llegan a tocarlo correctamente. Sin embargo, son pocos los que suenan auténticos cuando lo hacen.

¿Y cómo es la esencia? Sonar “igual a” NO es la esencia.

“What is real is not the external form, but the essence of things… it is impossible for anyone to express anything essentially real by imitating its exterior surface.” ~ Constantin Brancusi

Siempre me ha llamado la atención que los percusionistas le tienen un nombre a todo. Cuando estamos montando algo nuevo te dicen que a eso le va un patrón que se llama así y se toca asá. Ese método es muy útil, pero no necesariamente para llegar a la esencia. Es que por un lado está la esencia y por el otro el nombre. La esencia expresa las vivencias de su creador. El nombre expresa la forma en que se le clasifica. Normalmente el artista está tan ocupado creando que no se preocupa sobre cómo llamarle a lo que está haciendo. De ese análisis usualmente se encargan otros que han tenido vivencias diferentes a las del artista.

¿Y cuál es la esencia? El nombre NO es la esencia.

“Names are not always what they seem.” ~ Mark Twain

Cuando entro en un laberinto no quiero saber cómo se llama lo que toco. Mi procedimiento no es investigar los “se supone” ni aprenderme sus reglas absolutas porque mi meta no es eliminar el misterio sino celebrarlo. ¡Ay si no fuera por el misterio! Y para celebrarlo mi método es simple: escuchar y sentir.

¿Y dónde está la esencia? La esencia NO está en la certeza.

“I don’t have to know an answer. I don’t feel frightened not knowing things, by being lost in a mysterious universe without any purpose, which is the way it really is as far as I can tell.” ~ Richard Feynman

“The most beautiful experience we can have is the mysterious. It is the fundamental emotion that stands at the cradle of true art and true science.” ~ Albert Einstein

“The answer is never the answer. What’s really interesting is the mystery. If you seek the mystery instead of the answer, you’ll always be seeking. I’ve never seen anybody really find the answer, but they think they have. So they stop thinking. But the job is to seek mystery, evoke mystery, plant a garden in which strange plants grow and mysteries bloom. The need for mystery is greater than the need for an answer.” ~ Ken Kessey

El misterio es uno de los ingredientes principales de la esencia. Y para que haya misterio no podemos tener el control. Por eso mi ruta no depende de la mente. La mente es útil para controlar, pero no necesariamente para llegar a la esencia. Mi ruta se basa en confiar, soltar y permitir que el sonido me guíe a ese lugar en el que lo que tocamos no tiene nombre. Allí no se vale imponer. Se toca lo que surge naturalmente. Allí la música manda y sus mandatos no vienen en palabras o fórmulas.

¿Y dónde está la esencia? La esencia NO está en la mente.

“Let your mind alone, and see what happens.” ~ Virgil Thomson

No es secreto que los laberintos que más me atraen, inspiran y apasionan son los originales, innovadores, revolucionarios, atrevidos y creativos. Entonces, si la fuente no es una copia, ¿cómo voy a llegar copiando?

¿Y cómo se llega a la esencia? A la esencia NO se llega copiando.

“You can’t copy anybody and end with anything. If you copy, it means you’re working without any real feeling.” ~ Billie Holiday

Para mí si algo tiene esencia es porque es auténtico. Por eso cuando llegas, te reciben con una invitación a un pasadizo secreto que te lleva de regreso a ti mismo. Porque para sonar auténtico en cualquier cosa tienes que ser tú y ella lo sabe. En otras palabras, el camaleón no deja de ser camaleón cada vez que cambia de color.

¿Y cómo sabemos que llegamos a la esencia? El final del camino NO es la esencia.

“Music is a labyrinth with no beginning and no end, full of new paths to discover, where mystery remains eternal.” ~ Pierre Boulez

Cuando llegas te enteras de que la aventura acaba de empezar. Le llamo remix a mis laberintos porque son el resultado de un proceso a través de cual se mezcla y re-mezcla lo uno con lo otro hasta transformarse en otra cosa que no es ni lo uno ni lo otro, algo así como el puente que conecta cosas que estaban separadas.

Siempre que entro a un laberinto gano algo. Ocurre una transformación que me alimenta e inspira a seguir adelante. Irónicamente, es a través de los laberintos que he ido construyendo (descubriendo) mi propia identidad. Por eso continuaré con mis camaleónicas aventuras y seguiré siendo obsesivamente curiosa, irremediablemente rebelde e insaciablemente adicta a los retos.

P.D.

No estoy diciendo que hacer un tributo o tenerle nombre a las cosas sea algo malo. No digo que aprender las reglas sea incorrecto ni que la mente es el enemigo. Tampoco digo que mi manera es la correcta y los demás están equivocados. Solo puedo compartir lo que conozco. Si le sirve a alguien más, genial, y si no, también. Cada cuál tiene el derecho y la responsabilidad de ESCOGER su propio camino. Creo que conocer más opciones ayuda a escoger lo que es mejor para uno. Yo solo comparto una opción más, la que he vivido, la que me ha funcionado. Hasta ahí llega mi parte. ¡Te toca a ti!

“To find yourself, think for yourself.” ~ Socrates