“Everything that happens to you is a reflection of what you believe about yourself.” ~ Iyanla Vanzant
Me parece que todo músico que siente verdadera pasión y compromiso por su vocación, debe preguntarse seriamente cuál es la cantidad mínima de dinero por la cual haría su TRABAJO. Sí, lo sabemos, la música es más que un trabajo, pero hoy no vamos a hablar sobre eso. Hoy vamos a hablar sobre la importancia de ser responsables con nosotros mismos y nuestra vocación. El máximo lo definen muchas cosas, algunas de las cuales no están totalmente bajo nuestro control. Pero el mínimo nos toca definirlo a cada uno de nosotros.
La pregunta es la misma tanto para el estudiante que está comenzando su carrera, como para el que tiene una larga lista de experiencias profesionales, bachilleratos, maestrías, doctorados, discografías, premios, etc. Es la misma tanto para el que tiene 30 followers como el que tiene 10,000. ¿Cuál es el valor mínimo que tiene tu TRABAJO? Cuando digo TRABAJO sé que sabes a lo que me refiero sobre todo si eres un músico independiente. A nosotros nos toca hacerlo todo: largas horas de práctica y estudio para ofrecer un producto de alta calidad, horas de ensayo con el grupo para montar el repertorio, crear las composiciones y arreglos, comprar el mejor equipo y darle mantenimiento (eso cuesta $), transportación, hacer el booking, hacer la promoción y hasta diseñar el arte gráfico, etc. etc. etc.
¿Estamos viviendo tiempo difíciles? Pues sí. Mas la pregunta obligada que le sigue a esta es: ¿Nuestras acciones están contribuyendo a que las cosas mejoren o empeoren? Porque por más bien fundamentados que estén los discursos, al final del día a la única persona que podemos cambiar es a nosotros mismos. He escuchado de lugares que ofrecen $200 a un grupo por tocar. Yo pregunto: ¿De verdad piensas que vale la pena ir a tocar a un sitio par de horas por $50, $40 o hasta $35? Tú decides. Solo quiero que sepas que tu respuesta no solo te afecta a ti y a los tuyos. Tu respuesta nos afecta a TODOS.
Me despido con esto:
“The world reflects back to you how much you value yourself.” ~ Danielle LaPorte
“Respect yourself and others will respect you.” ~ Confucius
“All for one and one for all, united we stand divided we fall.” ~ Alexandre Dumas, The Three Musketeers
“So powerful is the light of unity that it can illuminate the whole earth.” ~ Baha’U’Llah
“One love, one heart . . . Let’s get together and feel all right.” ~ Bob Marley
© Copyright 2016 Brenda Hopkins Miranda Todos los derechos reservados
Hola Brenda! Aqui estoy escuchando “Corozaleando”, y me dio con entrar a tu pagina y a tu blog. Confieso que este “post” mi pico. Llevo >17 años vendiendo mis servicios cientificos ingenieriles profesionales, y me siento identificada con tu planteamiento. De hecho, tambien en nuestras profesiones” llevamos años experimentando en cresento esa situacion que tu y tus colegas de profesion llevan “padeciendo” como si tuviera que ser la norma. Y yo me resisto, no porque pretenda enriquecerme (que de hecho, no lo he hecho), si no porque no tolero el abuso en la compensacion. En nuestro caso participan grandes y ricas empresas”extranjeras” sacandonos el mayor jugo posible, pretendiendo pagar compensaciones que en nada pagan el valor de nuestros trabajos. Muchos de mis colegas se sorprenden de que yo “negocie” y hasta que rechace ofertas (“porque esa es lo que hay, y hay que trabajar Lisa”) Muchxs no se dan cuenta de algo que tu mencionas, cuando unx del gremio cede a una mala oferta, establece un estandar para medir a todxs. Sin embargo, yo puedo entender que establecimientos pequeños de por si operan con presupuestos limitados. Pero yo te pregunto: que de si el publico “compense a los artistas” directamente? Llamale como prefieras: pasar el sombrero, aceptar propinas o simplemente “contribuciones voluntarias”. Sitios como Kantares permiten la “venta de boletos de admision” (que es otra manera de mejorar los $200, 250, 300 que se han vuelto la regla, y hasta menos si vas solx a tocar), pero sospecho que eso son otros 20 pesos. Que opines…?